Nuestro cuerpo nunca miente. Habla constantemente, aunque la mayoría de las veces no sabemos escucharlo.
Quizás lo has notado: una migraña que aparece siempre cuando estás bajo presión, un dolor de estómago que llega cada vez que atraviesas una situación de miedo, una contractura que se activa cuando cargas con responsabilidades que no son tuyas.
Durante años yo veía mis síntomas como enemigos. Me molestaba estar enferma, me frustraba sentirme débil. Hasta que descubrí que, en realidad, cada síntoma era un mensaje que mi cuerpo me estaba enviando para mostrarme algo que mi mente no quería ver.
El lenguaje del cuerpo es simbólico. Una garganta inflamada puede estar diciéndote que hay palabras que no te atreves a expresar. Un dolor de espalda puede estar mostrándote que cargas con culpas o con cargas familiares que no te corresponden. Un problema de piel puede reflejar que hay algo con lo que no quieres tener contacto o que te hace sentir expuesta.
¿Lo ves? Cada malestar es una oportunidad de mirar hacia dentro y preguntarte: ¿qué emoción estoy reprimiendo?, ¿qué parte de mi historia pide ser escuchada?
La bioreprogramación me enseñó que el cuerpo habla lo que el alma calla. Y que cuando nos atrevemos a escucharlo, podemos liberar ese dolor y transformarlo en amor.
Hoy te invito a hacer un pequeño ejercicio:
La próxima vez que sientas un síntoma, en lugar de enojarte con tu cuerpo, pregúntale: ¿qué quieres decirme? Respira profundo y deja que tu intuición te muestre la respuesta.
Verás que poco a poco comenzarás a comprender el lenguaje de tu cuerpo, y cuando lo haces, ya no hay vuelta atrás: descubres que dentro de ti siempre estuvo la clave de tu sanación.
✨ Escuchar a tu cuerpo es el primer paso para sanar tu vida.
